Las opciones demócratas para anular el 'filibuster' republicano en el Senado y aprobar las leyes del voto.

 

Las opciones demócratas para anular el 'filibuster' republicano en el Senado y aprobar las leyes del voto.

En los próximos días, la mayoría podría forzar un cambio en las reglas de la Cámara Alta para aprobar leyes sobre derecho al voto que permanecen bloqueadas por los republicanos. No se sabe aún qué herramienta escogerán y si todos los demócratas respaldarán la medida.

El proyecto de ley de Libertad para Votar y la John Lewis para el Avance del Derecho al Voto avanzaron un palmo este jueves con la aprobación en la Cámara de Representantes mediante un mecanismo que le permite ahora a los demócratas en el Senado entrar a considerarlas en el pleno sin temor a que los republicanos bloquen el debate, como hicieron repetidamente a lo largo del año pasado.

El atajo les permite pasar por alto los 60 votos que normalmente se necesitan para iniciar formalmente el debate sobre la legislación, la 'moción para proceder'. Pero seguirán topándose con el obstáculo de 60 votos que se necesitan para poder cerrar el debate, 'cloture', y pasar a un voto final de consideración.

No hay 10 senadores republicanos que estén dispuestos a votar con los demócratas para que eso pase y se pueda superar el 'filibuster', el mecanismo con el que cuenta la minoría en el Senado para bloquear iniciativas con las que no está de acuerdo.

Debido a ese bloqueo, el proceso puede terminar con un cambio de las reglas de la Cámara Alta para lograr la aprobación final de esas leyes, aunque no está claro todavía qué tipo de cambios serían los que se considerarían, ni si se cuenta con la imprescindible totalidad de la bancada demócrata para aprobar la medida.

El líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer, prometió someter la medida a votación en los próximos días, antes del feriado de Martin Luther King Jr., para contrarestar leyes estatales aprobadas por los gobiernos dominados por el Partido Republicano que, según los demócratas, harán que sea más difícil para sus partidarios votar. Los republicanos afirman que son exageraciones interesadas de la otra bancada, que quiere imponer normas federales a los estados en una "usurpación" de poder.

Dos senadores demócratas, Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, de Arizona, se oponen a realizar cambios a la manera cómo se administra el 'filibuster'. Ambos ratificaron sus posiciones la tarde del jueves, luego de una reunión del caucus demócrata con el presidente Joe Biden en el Capitolio.

El presidente Biden, quien esta semana lanzó desde Atlanta un desafiante mensaje a su partido para que logre la aprobación de las leyes, parece reconocer que el trabajo es cuesta arriba.

"Espero que podamos completar esto, pero no estoy seguro", dijo Biden al final de ese encuentro.

En medio de la incertidumbre sobre el proceso que viene, estas son las opciones que tienen los demócratas para cambiar las reglas del Senado, si es que logran unificar a la bancada.

Los demócratas no están considerando eliminar por completo la figura del filibuster, porque saben que serían un boomerang político que luego usarán los republicanos cuando retomen la mayoría de la Cámara Alta (algo que podría suceder tan pronto como en las elecciones de mitad de período del próximo noviembre).

Entre las opciones está hacer un ‘carve-out’ o ‘tallado’ que les permitiría alterar la norma, pero exclusivamente para el tema de las leyes electorales, como se hizo en 2013 y 2017 para nominaciones judiciales. La primera fue iniciativa del recientemente fallecido líder demócrata Harry Reid, quien buscada superar el bloqueo republicano a las nominaciones para jueces federales. En 2017 fue el turno del republicano Mitch McConnell extendió la excepción hasta magistrados de la Corte Suprema para esquivar el bloqueo con el que amenazaban someter los demócratas a Niel Gorsuch, el primer nominado de Donald Trump al alto tribunal.

En ambos casos, los líderes del Senado recurrieron a una maniobra excepcional llamada la ‘opción nuclear’. Para cambiar las reglas del Senado hace falta 67 votos, algo que es aún menos posible de alcanzar en la situación actual. La opción implica convocar el voto de cierre de debate (‘cloture’) y cuando se determine que no hay suficiente respaldo activar una serie de votos que terminaría con la aprobación de la excepción.

El problema es que para eso los demócratas necesitan los 50 votos de la bancada, más el de la vicepresidenta Kamala Harris, que garantiza el desempate. Pero hay al menos dos, Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, de Arizona (en la foto), que no parecen dispuestos a acompañar a al líder Schumer en esta iniciativa. Sin el voto unánime de la bancada demócrata, la ‘opción nuclear’ no podrá concretarse.

Una de las ideas es reestablecer el filibuster retórico que exige a los senadores mantener el debate sobre las leyes abierto hablando interminablemente en la sesión del Senado. Es la maniobra que se hizo popular en la película de Fran Capra “Mr. Smith goes to Washington”, de 1939, en la que James Stewart (en la foto) interpreta un ingenuo senador que trata de bloquear una ley dañina para su estado con un maratón retórico. Ese modelo del filibuster cayó en desuso en los años 70, aunque se usó varias veces, más como arma de algunos senadores para elevar su perfil en ciertos temas (las 15 horas de Chris Murphy en 2016 hablando sobre control de armas, o las 21 horas de Ted Cruz en 2013 en contra de Obamacare) que como arma para impedir el voto.

Para romper ese filibuster hablado seguirían haciendo falta 60 votos, aunque con seguridad, los proponentes de esta vía confían en que será muy difícil para un senador hablar todo el tiempo que haga falta bloquear una ley sin romper las normas que rigen el filibuster (como permanecer de pié o no poder ir a la baño).

Otra posibilidad es mantener la exigencia de tres quintos de la cámara, pero de los senadores que estén presentes al momento de la votación y no de la totalidad de 100 escaños, que es como se cuenta actualmente. Sin embargo, es poco probable que funcione en casos de leyes álgidas, como las del derecho al voto que están actualmente en consideración, porque el partido de la minoría hará lo necesario para que sus miembros estén presentes en la votación y conjuren la posibilidad de ser superados en el voto de ‘cloture’ por la mayoría.

Las leyes del derecho al voto no habían podido ser consideradas hasta ahora en el Senado porque los republicanos se han opuesto en las cuatro ocasiones que ha sido presentada la 'moción para proceder', que permite abrir el debate En esta instancia también se requieren 60 votos y es considerado como parte de la maniobra del filibuster, en este caso un bloqueo previo que impide siquiera que un tema pase a ser considerado en el pleno de la cámara. Eso no soluciona el escollo del voto de ‘cloture’ para el que seguirían haciendo falta las tres quintas de los votos del Senado. La estrategia de los que proponen esta modificación a la regla es que una vez abierto el debate, se pueda convencer a los suficientes senadores de la minoría en los méritos de la ley en discusión para que permitan el voto final.


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