El naufragio del Costa Concordia: 10 años de la peor catástrofe marítima del siglo XXI.El crucero Costa Concordia hundido a medias frente a la isla de Giglio, Italia, al día siguiente de chocar contra un arrecife de coral.
Un funcionario local dijo que el barco se había desviado de su curso esperado, posiblemente para dar a los pasajeros una vista nocturna del puerto de Giglio, lo que produjo el impacto contra el arrecife.
Transportaba a 4,229 personas de 70 países y encalló mientras muchos turistas cenaban. El estruendo hizo temblar todo, la sala de máquinas se inundó y el generador eléctrico se estropeó causando apagones intermitentes. Pronto comenzaría la
Un turista surcoreano al momento de ser rescatado del Costa Concordia, dos días después de la colisión. La evacuación comenzó más de una hora después del choque, cuando los botes salvavidas de un lado estaban inutilizables.
En la tragedia perdieron la vida 32 personas y 4,197 fueron rescatadas con vida. Italia conmemora la fecha con una serie de eventos, entre ellos una vigilia en la isla de Giglia a la hora exacta del choque: las 9:45 de la noche
El Costa Concordia poco tiempo después de encallar, mientras salían los botes salvavidas con los pasajeros.
La falla eléctrica que causó el choque aumentó la confusión de los turistas. "La gente desaparecía en la oscuridad, luego reaparecía. Gritaban ‘mamá’ ¿dónde estás?’, dijo a la agencia AFP Antimo Magnotta, quien trabajaba de pianista en el barco.
El barco ladeado y hundido hasta casi la mitad el 14 de enero de 2012, al día siguiente de la colisión.
La embarcación pertenecía a la compañía Costa, filial de la empresa de cruceros estadounidense Carnival Corp. Los fiscales que manejaron el caso señalaron que las demoras en las órdenes de evacuación y las instrucciones confusas de la tripulación fueron las causantes del caos que estalló después del accidente.
El capitán del barco era Francesco Schettino, a la derecha en esta fotografía tomada al día siguiente del choque.
Su demora en dar la voz de alarma lo llevó a ser condenado a 16 años de cárcel por , causar un accidente marítimo y abandonar el barco antes de que fueran evacuados todos los pasajeros y tripulantes. Fue sentenciado en 2015.
Buzos de la Guardia Costera italiana momentos después de recuperar el cuerpo de una mujer dentro del barco bajo el agua, el 21 de enero de 2012.
En las horas siguientes a la colisión en el restaurante y otras áreas del crucero que quedaron del lado hundido de la embarcación.
En el décimo aniversario los italianos también honrarán a los habitantes de la isla de Giglio, quienes donaron ropa y alojamiento a los sobrevivientes hasta que pudieron ser llevados a la península italiana.
En la fotografía el barco frente al puerto, dos días después de la colisión.
Una fotografía satelital del Costa Concordia encallado, tomada el 17 de enero de 2012. El pequeño pueblo se mantuvo con el casco del crucero a medio hundir frente a la costa durante casi dos años.
Schettino fue apodado “Capitán Cobarde” en algunos medios italianos, y sus abogados apelaron su condena ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Solicitarán este año que cumpla el resto de su condena en casa por buena conducta.
Los trabajos para reflotar el Costa Concordia.
“Todos sufrimos de síndrome de estrés postraumático, sentimos culpa de haber sobrevivido mientras otras 32 personas murieron”, dijo a la agencia AP Georgia Ananias, una sobreviviente del naufragio que reside en Los Ángeles.
Los restos del naufragio después de emerger del agua, el 18 de septiembre de 2013, unos 20 meses después de la colisión.
La tarea de reflotar el inmenso crucero fue una operación conjunta de una empresa estadounidense y una italiana. Es considerado uno de los proyectos de este tipo y el momento cuando volvió a estar vertical provocó aplausos y vítores en los presentes en el puerto.
Las ruinas del Costa Concordia cuando era remolcado a Génova, en julio de 2014. Algunos cuerpos de las víctimas fueron recuperados años después, cuando se desmanteló totalmente el naufragio oxidado.
El décimo aniversario de esta tragedia, considerada la mayor catástrofe marítima del siglo XXI, ocurre en momentos en que la industria de los cruceros se encuentra en crisis debido a la pandemia de covid-19.
La nueva ola de contagios provocada por la variante ómicron ha obligado a las grandes compañías a cancelar sus cruceros mientras se normaliza la situación. De hecho, anunciaron que a los pasajeros afectados se les devolverá la totalidad del dinero con la esperanza de que, en unos meses, se animen a completar los recorridos marítimos.
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