Cómo un grupo de latinos lucha por ser parte de la 'democratización' de Wall Street
Hispanos excluidos
Los 60 millones de hispanos en Estados Unidos son el principal motor del crecimiento demográfico del país y representarán cerca del 30% de la población activa para el 2050, según el centro investigativo Pew Research Center. Sin embargo, el 47% de los hispanos latinos declararon no ser inversores, en comparación con el 29% de los blancos, en un estudio reciente realizado por FINRA Investor Education Foundation y el NORC de la Universidad de Chicago. El estudio descubrió "una falta fundamental de conocimientos sobre inversiones"
Algunos expertos financieros advierten sobre los riesgos que conllevan adentrarse sin preparación en los mercados financieros, a menudo volátiles, a la espera de lograr recompensas instantáneas. Sin embargo, Berrospi y otros afirman que los mercados deberían estar abiertos para todos, con la orientación y la preparación adecuadas.
"No hay que esperar a tener toda esa locura de dinero para invertir", dijo Berrospi. "Si solo tienes unos 200 (dólares), quizá puedas comprar una o dos acciones. No tienes que gastar ese dinero, puedes invertirlo y luego puedes ver lo que pasa con ese dinero con el tiempo; y entonces eso te dará más confianza para poner un poco más la próxima vez y así sucesivamente", recomendó.
"De la lucha viene el éxito"
En lugar de convertirse en una agente de bolsa profesional, Berrospi decidió que quería enseñar a otros las lecciones que ella había aprendido.
Le perseguía el recuerdo de ver a su familia pasar apuros después de que su padre lo invirtiera todo en su negocio de mariscos y lo viera desaparecer tras ser estafado por un socio. "Fue entonces cuando encontré mi propósito, mi misión", dijo. "No quería que otras personas pasaran por eso", añadió.
Su padre, con estudios universitarios, acabó emigrando a Estados Unidos en busca de trabajo para mantener a la familia.
También se dio cuenta de que ninguno de sus amigos en Wall Street y en sus cursos de comercio eran hispanos. "Decidí que iba a hacer algo por los latinos. Estadísticamente nos estamos quedando atrás", dijo.
En 2019, junto con dos socios, Alan Burak, un gestor de fondos de origen mexicano y el desarrollador de software, Tony Delgado, fundó su propia empresa: Latino Wall Street.
"La misión es educar y empoderar a la comunidad latina para que aprenda sobre inversiones y finanzas, porque sé que esas cosas faltan en el modelo educativo tradicional", dijo. "Y no creo que sea justo que puedas pagar una fortuna en una escuela como yo lo hice y no aprender nada sobre esas cosas. No está incluido (...) no saben lo más básico, que es comprar una acción", añadió.
Wilberto Rodríguez, de 37 años, no tiene título universitario y, en cambio, hizo un curso técnico de automotriz tras graduarse de la escuela secundaria en Massachusetts. Pero eso no le impidió triunfar en el mundo financiero.
"Creo que a través de la lucha llega el éxito. Hay que fracasar. Ya no tengo miedo a fracasar", dijo.
Su padre, puertorriqueño, fue militar y policía y ahora está jubilado con una pensión. Sus padres están separados y su madre lucha por llegar a fin de mes.
Rodríguez pasó parte de su vida en Puerto Rico tocando el cuatro en una banda de la Iglesia pentecostal con sus primos, todos ellos músicos autodidactas. Pero después de educarse a sí mismo con la ayuda de algunos mentores clave, se abrió camino en el mundo financiero y en 2013 se convirtió en uno de los primeros inversores en Bitcoin, viendo cómo su valor saltaba de 100 dólares a 20,000 dólares en tan solo cuatro años.
En 2017 perdió el 70% de sus Bitcoins en una estafa de inversión y, desde entonces, se ha propuesto reconstruir sus finanzas. "Uno vive y aprende. Aprendí a no ir nunca a por todas", dice. Con el Bitcoin ahora valorado en unos 50,000 dólares, Rodríguez sería multimillonario si no hubiera caído en la estafa.
Trabajó ganando comisiones vendiendo seguros e hipotecas durante un tiempo, antes de crear su propia empresa de salud, que ahora tiene más de 100 empleados.
Del Bitcoin a los NFT
Hace poco, Rodríguez se pasó a los NFT, las iniciales en inglés de un Non Fungible Token, uno de los activos digitales más nuevos que consisten en unidades de datos informáticos asociadas a obras de arte únicas —como fotos, videos y audios— que se pueden comprar y vender.
Se encontró con los Wall Street Bulls ('los toros de Wall Street') una comunidad de inversores de NFT en una serie de 10,000 imágenes gráficas de iconos del mundo financiero. Compró seis en octubre y ha visto cómo su valor se ha triplicado.
Ahora se toma su tiempo para investigar. "Antes compraba revistas de coches para ver las imágenes. Ahora soy un gran lector", dice. Entre sus libros favoritos: 'Piense y hágase rico', el bestseller de 1937 de Napoleon Hill, y el clásico de superación personal de 1936 'Cómo ganar amigos e influir en la gente', de Dale Carnegie. Atribuye su éxito financiero a sus mentores, que le abrieron los ojos y le guiaron por un nuevo camino.
"Vi que se comportaban de forma diferente. Me di cuenta de que tenía que cambiar si quería ser como ellos", dice.
Considera que las redes sociales y la cultura pop impulsada por los famosos son una distracción. "Si sólo te preocupas por los famosos no tendrás tiempo para hacer otras cosas. Donde está tu atención, ahí está tu foco", dijo.
Otro inversor del grupo al que pertenece Rodríguez es Santiago Gonzáles, de 35 años y padre de tres hijos, es farmacéutico de día en Albuquerque, Nuevo México. Pero por la noche, después de que sus hijos se acuesten, cambia a su alter-ego, 'Mayo', para realizar investigaciones de inversión. Amenudo pide consejo a otros miembros de la comunidad de los 'Toros'. (Algunos miembros de los Bulls de Wall St utilizan condimentos como apodo, como 'Salsa' y 'Ketchup'.)
Conoció a los 'Toros' en octubre a través de Instagram. "Me encantó su visión del mercado financiero y la democratización de Wall Street capturando la cultura de los memes y burlándose de Wall Street", dijo.
Gonzáles creció en un hogar de clase media baja después de que sus padres emigraran de Guadalajara, México. Lo hizo pensando que las inversiones eran para personas mayores que ya tenían una carrera y la suerte de disponer de ingresos, como los fondos de inversión y los planes de pensiones.
Su padre, ahora jubilado, era farmacéutico en un hospital y guardaba sus ahorros en una cuenta 401K, confiando en los profesionales para invertirlos sabiamente. Recuerda que creció creyendo lo mismo. "Era una torre de marfil en la que había que tener a alguien que lo convirtiera en más dinero, de lo contrario ibas a trabajar toda tu vida", dice.
Pero su forma de pensar ha evolucionado desde entonces y se ha dado cuenta de que hay otras formas de hacer crecer el dinero, algo que no tiene nada que ver con su carrera de biología y química en la Universidad de Nuevo México.
Aunque mi educación me proporciona una renta disponible para el comercio, lo más valioso para tener éxito es tener una comunidad que te apoye en lo que estés interesado en hacer", dijo.
"La herencia de mis hijos"
La llegada de aplicaciones para teléfonos, como la plataforma de trading minorista Robinhood, ha hecho que el mercado de valores sea más accesible para los pequeños inversionistas, permitiéndoles evitar a los corredores. Aunque ello ha venido también con casos de personas que han tenido fuertes pérdidas transado a través de esa app.
"No hay totalmente ninguna barrera de entrada a esto", dijó Gonzalez, señalando que incluso las acciones caras como las de Tesla o las monedas digitales como Bitcoin y Ethereum se pueden comprar en pequeñas fracciones.
Gonzáles no sabía nada de trading hasta que se unió a Wall St Bulls. El grupo cuenta con 17,500 miembros, no todos propietarios de un NFT, que intercambian libremente consejos de inversión y de bolsa. Uno de los lemas del grupo es WAMI (iniciales en inglés para 'We're All going to Make It together, o 'Vamos a conseguirlo todos juntos').
"Si tienes un mal día te ayudan con un consejo. Se trata de ayudar a la gente", dijo. Desde entonces, Gonzáles ha aprendido a observar los indicadores y la salud del mercado. "Creemos que deberíamos ser capaces de hacer lo que hacen los grandes bancos y corredores de bolsa", dijo.
Ahora planifica la salud financiera de su familia a largo plazo. "He visto el valor de una hoja de ruta. Estos 'toros' van a ser la herencia de mis hijos. Solo van a aumentar su valor exponencialmente", dijo.
Berrospi, de Latino Wall Street, ahora casada con uno de sus socios y embarazada de su primer hijo, Trasladó la empresa a Puerto Rico para aprovechar los incentivos fiscales. Cuando llegó el covid-19, dice que la demanda de cursos online de Latino Wall Street se disparó. En sus dos primeros años la empresa ha inscrito a 120,000 clientes en sus cursos.
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